Y yo, ¿estoy disponible para el otro?

 
¿He abierto realmente mis puertas o mantengo algunas cerradas por miedo e inseguridad?
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¿Me escudo en su falta de presencia por no hacerme presente yo en mi vida?
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¿Estoy disponible para mi, para mis hijos, para mi familia de origen o me mantengo en la queja de que el otro no está y con eso ocupo mi existencia?
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¿Se ha convertido mi vida en una cárcel donde mi único objetivo es lograr la disponibilidad del otro y no puedo siquiera hacerme cargo de mis propios deseos?
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¿Estoy usando al otro como un depositario para mis fantasías en torno a la pareja en lugar de animarme a construir una pareja real?
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¿Conozco realmente al ser al que le reclamo la disponibilidad?
¿O es que me he vinculado con la Idea que tengo de é/ella que está muy lejos de la realidad?
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Quizás simplemente a nuestros personajes infantiles les genere mucha comodidad el mantenernos en estos viejos lugares, aunque sean muy sufrientes.
 
Propósito del día: Revisar cuánto de disponible estás para el otro. Cuánto te animas a las experiencias a la que el otro te invitan que son distintas a las que tú alimentas en tu mente.
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Si necesitas acompañamiento para mirar con otros ojos tu relación de pareja, para abrir espacios compasivos donde revisar cuáles son las trampas que se han ido tejiendo entre vosotros, aquí me tienes a tu servicio, escríbeme y conversamos de lo que tú necesitas y de qué es lo que yo puedo ofrecerte.
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Con amor Y Certeza
Andrea Diaz Alderete
Consciencia Madre
 
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