Sobre mi camino en el Elemento Tierra

Hoy les traigo el camino que estoy haciendo desde hace varios años con el elemento Tierra.

En mi carta natal esta energía no está representada, pero llevo años integrándola.
Por crianza se me ha pedido ser una Tierra muy poderosa, ser paciente, construir, tener mis hábitos, sistematizar.
Cuánto me ha costado y a golpe de obediencia (y mucho sufrimiento en el cuerpo) he avanzado.

Cuando nació mi niña hace 11 años, esa Tierra me pidió SER TAURO.

SER TAURO, ser la energía que nutre, que sostiene, permanecer, ser Madre Tierra.
Guau cuánto me costó eso.
Creo que al menos 4 años de mi crianza estuve tocando, rozando ese espacio y lo fui integrando, porque cuando ponemos el foco en algún lugar, aparece el camino.

Más o menos en 2016 ese Tauro me pidió ser Placer, Deseo, Disfrute; la vida pedia cuerpo y disfrute.

De esa experiencia nació el maravilloso programa de acompañamiento grupal Camino de Fuego (permítanme que me sienta muy orgullosa de esta creación, feliz con los resultados que veo en las personas que lo han transitado y profundamente agradecida a la vida por ofrecerme la oportunidad de acompañar a la belleza de los elementos)…

Y atenti, porque está a punto de lanzarse la segunda edición. :)))))

Ese Tauro pidiendo placer, cuerpo, disfrute fue mi primer movimiento hacia la danza y llevo desde entonces integrando esa info, creo que más o menos en 2021 comenzó a ser carne en mi con toda su fuerza, pero en el 2022 fue disfrute mucho disfrute y ahora a principios de 2023 siento muuuucha Tierra de Tauro, mucha Venus en mi.

En 2019 VIRGO tocó a mi puerta, me pidió sistematizar, ordenar, cuidar el cuerpo, cuidar mi proyecto-cuerpo que es Consciencia Madre, ordenarme, PERO CON CUIDADO por mí, CON NUTRICIÓN para mi, CON TAURO al fin.

Llevo desde entonces integrando esta energía, creando programas grupales en formatos ordenados, acompañando con sistemas más organizados, y eso es un reto para mi Agua infinita que ama la conexión, un super reto para mi Aire enoooooorme que ama conversar, expandirse, vincularse y para mi Fuego poderoso que es impulsivo, lidera y me lleva siempre por el camino de la alegría.


Toooda esa energía necesitaba de mi TIERRA.
Si no, la vida es a golpe de emociones que suben y bajan, pensamientos que van de un lado al otro, y mucha vitalidad que también sube y baja y que a veces arrasa.

Claro que hacía falta la Tierra.

Más o menos en 2020 después de la pandemia Saturno pidió atención y la TIERRA CAPRICORNIANA pedía que sea constructora, que salga al mundo con estructuras bien montadas.

Ya saben que Plutón acaba de salir de Capricornio, así que la energía de Escorpio andaba destruyendo toda forma de construcción que yo conocía (siiii, ¡la heredada!) para permitirme construir de otra manera.

Pues aquí estamos, vengo aprendiendo mucho.
Y estructurando mucho y construyendo mucho.
Pero la Tierra necesita tiempo; Saturno también es Cronos dios del tiempo, nada es de un día para el otro.


El TODO grande ese que queremos

Requiere paciencia.

Amar la tierra, amar el cuerpo, amar la materia.

Integrar la abundancia a nuestra vida.

Amar nuestros emprendimientos.

Levantarnos cuando algo no funciona.

Volver a intentarlo.

Re-organizar la estructura si algo se ha caído, ver donde está el fallo y con entereza y constancia seguir;

sin rigidez, con alegría, que para eso ya se ha integrado a Tauro.


Capricornio sin Tauro es duro, carga, se rigidiza, la espalda endurece, nos agotamos (esto seguro lo conocen porque es la historia de la humanidad).
Capricornio sin Virgo construye pero desordenado, le falta el el ojo crítico que descubre el error, donde falla el sistema.
Por eso la Tierra igual que todos los elementos es evolutiva, un camino a través del mapa que es nuestra Carta Natal.

Hoy me siento profundamente conmovida con mi Camino de Tierra, como antes me sentí emocionada con mi Camino de Fuego.

Veo que la vida me pide que me haga experta en los elementales por atravesarlos y sentirlos con todos mis campos y que los integre, los mezcle, los abrace, haga alquimia.

Ahora toca el Cuerpo y la construcción desde el sostén verdadero, sin sacrificio pero con la persistencia de quien sabe que TODO ES POSIBLE.

Con mucho amor y en profundo Servicio

Andrea

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