Guiar a un Niño a su Propio Bienestar (domesticar vs. acompañar)

No es lo mismo domesticar a un niño
Enseñarle a oculte sus formas de violencias.
A que apague sus rabias.
A que se calle ante la fuerza del adulto y se aguante.
Que acompañarle a mirar con atención la fuente de su insatisfacción, de su malestar y por tanto de sus enojos.

Domesticar, que es lo que históricamente llamamos educar es enseñarle al niño formas violentas de canalizar su ira, a veces haciéndose daño a sí mismo aunque la mayor parte de las veces hay un depositario de su violencia activa o sutil.

Manipulación, mentiras, golpes, chantajes, gritos, adicciones a las pantallas o a los dulces.

Son formas visibles o invisibles de violencia que los niños organizan desde esta Domesticación.

 

¿Nos animamos a acompañar a nuestros hijos a que Sean?
¿Podemos ofrecerles espacios abiertos donde compartir sus malestares aunque a nosotros nos molesten?
¿Podemos aceptarles?
¿O necesitamos reprimirlos con fuerza, enseñarles a convivir «como siempre» para que sean parte de este sistema del que tanto nos quejamos?

 

Un niño sano dueño de sus deseos es UN NIÑO QUE PUEDE CAMBIAR EL MUNDO.

Puede cambiar el suyo primero y luego inspirar a otros miles.

No es pavada lo que les ofrecemos a los niños cuando los acompañamos.

 

Estos días he estado viendo varios documentales de grandes músicos.

Algunos fallecidos frutos de sus adicciones.

En los dos casos que he visto podía intuir dos cosas:

-La falta de seguridad interna. Una niña o un niño profundamente inseguro que intenta encontrar resguardo en la fama y que nunca accede a su propio amor interno y por tanto nunca se satisface.

-La confusión de sus deseos con los deseos de sus padres, parejas y otros adultos acompañantes; un profundo malentendido para poner su don al servicio de otros.

En ambos casos aún siendo dos grandes talentos de la música he podido sentir a través de la pantalla la falta de disfrute, como si la fama hubiera diluido lo que realmente disfrutaban del acto de cantar.

Estos dos personajes me han mostrado profundamente

LO IMPRESCINDIBLE que es criar a Un/a hijo/a Consciente de si mismo/a.

Consciente de su cuerpo y sus necesidades.

Un/a hijo/a que pueda observar claramente lo que alimenta su necesidad de Pertenencia y lo que le hace realmente feliz.

Un hijo que tenga registro de lo que le da Bienestar y de que el Bienestar proviene de SU PROPIO ESPACIO INTERNO.

Un niño que sepa lo qué es estar contento (no lo que le dicen que es eso).

Que sepa cuándo disfruta.

Que comprenda lo que le sucede cuando dice que No alguien y el de enfrente se pone triste o llora.

Que comprenda que su No no daña sino simplemente expresa lo que EL QUIERE, que al otro puede o no gustarle, pero que un No sano es un No que le mantiene íntegro.

 

 

Si algo adentro vibra con estas palabras
Si ya sabes que el camino es acompañar
Y no quieres seguir domesticando.

Si la domesticación te ha acompañado en tu propia vida y quieres empezar a respirar y con ello dar respiro a tus hijos.

Te acompaño.

A salir del sufrimiento y a entrar en la conexión.

 

Andrea Díaz Alderete
Conciencia Madre

Escrito 28 de Julio 2019 revisado, ampliado y publicado 11 de Agosto 2020, revisado 25 de Junio 2022)

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