Mi Marido No Me Deja

Así estamos en estos días
Con el Marte más cercano a la Tierra
Con el Fuego mucho más disponible y apretando por salir…
 
Porque aunque hayamos hablado muchas veces del fuego
De la vitalidad contenida
Del deseo que nos acecha desde el fondo del corazón
Todavía no podemos hacernos cargo de toda esa fuerza desbordante.
De todo eso que está adentro pujando por ser vivido.
Una enorme potencia volcánica que quiere ser disfrutada y sentida en toda la existencia, y que a veces sólo hemos aprendido a percibir en pequeños retazos, casi siempre en la vida sexual.
 
Y si desde niña/s, si en el linaje completo está escrito y vivido que la fuerza es mala, que el desborde es destructivo, que lo que soy (somos) es demasiado intenso, enorme, DEMASIADO…
 
Si además he sentido a lo largo de mi propia biografía, que este desborde que soy de fuerza, de vitalidad, de risa loca, de energía ES MALO y me deja afuera de mi espacio familiar.
 
Si para pertenecer he tenido que adaptarme…
Si además tengo esa energía de mimetizarme en el otro, de encontrarme rápidamente siendo lo que el otro espera de mí para sentirme amada…
Si en esa mimetización dejo claramente afuera toda mi intensidad, o sólo dejo que pase un pedazo ínfimo de ella, a acompañarme…
Entonces NO VIVO, SOBREVIVO.
 
Y entonces mi mente se cree que el otro que está afuera me está prohibiendo Ser
Que es la estructura del otro la que me ahoga
Que el otro me pide que sea de determinada manera
Que el otro no me va a querer por ser demasiado espontánea
Que el otro me ata
Que el otro me encarcela
 
Y no…
Eso No es del todo cierto.
Podríamos comenzar a mirar nuestros propios pensamientos.
Nuestras creencias.
No está afuera, está adentro.
¿Cuánto he construído en mi existencia en base a que el otro me ayude a taparme?
Me ayude a No sentir mi potencia.
Me ayude a frustrarme.
Contribuya a mi estructura y coraza dolorosa eterna y hartante.
Cuánto le pido yo al otro que NO ME DEJE SER, que me rigidece.
Cuánto me pido yo a mi misma
NO SER
RIGIDIZARME
ENCERRARME
ESTRUCTURARME
APAGARME
ATRAPARME
ENCERRARME
ENCUEVARME.
 
Si cuando el otro llega me mimetizo a lo que él necesita (o yo creo que el necesita)
¿Dónde me quedo yo?
¿Quién soy?
¿Dónde estoy?
 
¿Y dónde se queda mi hijo?
Él que también porta el fuego de la llama inabarcable
¿Qué le pasa a él mientras yo corro como niña a ser amada por el espacio de pertenencia que el otro me ofrece?
¿Qué le pasa a él cuando ahora yo con mi mente infantil también juzgo su fuego, su intensidad y su demanda?
 
No hay nadie afuera pidiéndome nada.
O si lo hay, una voz mucho más poderosa está mandando en mi existencia, y es
LA MIA.
La que me invita a la frustración de NO VIVIRME, la que quiere mantenerme exclava 
DE MIS PENSAMIENTOS,
DE LOS DOLORES DE MI CLAN
DE LOS DOLORES DE MI PROPIA BIOGRAFÍA
DE MIS MIEDOS.
 
Mucho antes que la voz de afuera, está mi propio látigo.
De ese hemos de hacernos cargo.
 
¿Empezamos?
Te acompaño
 
 
Andrea Diaz Alderete
Consciencia Madre
 
 
Gracias a las personas que se acercan a nuestros encuentros por abrir con tanta fuerza sus cofres de tesoros escondidos, por pedir a gritos salir de los lugares de siempre.
Gracias a los niños Fuego que no se rinden.
Los honro con todo mi corazón.
 
 
 
Foto: Abre el cofre de tus tesoros.
Adentro está todo tu brillo.
@consciencia_madre
 
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