Comunicar es un acto de pura reciprocidad.
No se trata de sólo escuchar
No se trata de sólo hablar
No se trata de sólo callar
Se trata de entregarme al precioso ejercicio de recibir lo que el otro trae para ofrecerme, que es una parte de mi mismo que me obsequia el Universo.
Se trata de abrir mi canal de voz para decir lo que siento sin temor al juicio (o con temor) esperando que en el otro resuene un trozo de si mismo.
Se trata del noble acto de ser vasija y ser agua a la vez.
Y en el camino encontrar dónde he de poner mis oídos y voz, y por tanto mi corazón, y dónde no.
Un maravilloso ejercicio de consciencia.
Somos humanos
Nos unen los vínculos
Un vínculo requiere mundo emocional, sino simplemente es un contacto.Y en esos vínculos vamos sembrándonos y germinando.Y en esos vínculos somos tierra fresca para que otros se siembren y florezcan.
Sin vínculos casi no podemos ser humanos.
Sólo tenemos que ser divinos.
Quizás podamos encontrar la manera de ser un pedacito de cielo y un pedacito de tierra en este espacio que habitamos.
Perder el miedo a que nos dañen.
Como cuando éramos niños.
Ahora podemos abrirnos al amor
A comunicarnos
Y ver qué vamos encontrando en el camino.
Cómo vamos ajustando ese nuevo Arte,
abrirnos, hablar aunque al principio las palabras sean duras,
o las palabras apenas se escuchen.
Aunque al principio las reacciones estén muy activas.
Estamos entrenándonos.
Entrenando en mostrarnos.
En abrir el corazón y desde allí,
sin barreras mentales en el medio
Re-encontrarnos.
Lo necesitamos nosotros
y lo necesitan nuestros hijos.
Te acompaño.
Andrea Diaz Alderete
Consciencia Madre
Foto: salir al Mundo a vincularnos. @consciencia_madre
