Hace casi un año en una charla de mujeres escuché una anécdota sobre una madre que tenía 5 hijos. Comenté admirada de la fuerza y energía que llevaría eso, a lo que me contestaron dos o tres mamás de allí, ¡No, los más chicos se crían solos! Yo respondí calmada pero enérgica, que los más grandes no son la madre de los más pequeños. Todas me miraron sorprendidas.
Los hermanos mayores son hermanos y niños, NO MADRES.
No les impongamos una responsabilidad que no les corresponde. Tienen derecho a vivir su infancia sin cargas.
Si hemos decidido tener más hijos será porque seremos conscientes de que podemos asumir su cuidado, y no deberíamos contar con que nuestro hijo el mayor tenga que asumir una carga sumamente pesada para su edad.
En el parque o en la piscina puedes ver a niñas (sobre todo son mujeres) de 6-8 años a cargo de hermanas más pequeñas, levantándolas, cuidándolas, haciéndose cargo, con cara de hastío, cansadas, mientras sus padres conversan al lado.
Qué sumamente injusto para los mayores, y tan sumamente injusto para los menores que en lugar de una madre, tienen dos, que les imponen su disciplina.
Este tipo de acciones son profundamente crueles para la relación entre los hermanos. Estimulan la rivalidad, pues uno se siente sobrepasado de llevar la carga y no puede hacer su vida, y el otro está cansado de que le digan lo que tiene que hacer y desea independizarse.
Estas rivalidades duran para toda la vida
¿Te suena esto de tu historia?
Fue creada en el seno de tu hogar.
Andrea Díaz Alderete
Consciencia Madre
