Habiendo encarnado en este mundo con una fuerza enorme.
Habiendo sido sometida durante años a los designios de una madre reina que lleva siempre por delante sus deseos.
Habiendo luego tomado su fuerza para dominar al masculino encarnado en su padre para pelear por sus derechos.
Habiendo sentido que si se rinde muere
Qué si su deseo no es el más importante desaparece
Habiendo sentido el aplastamiento de su espacio energético por la invasión de una madre deseante
Anhelante de mirada
Que acapara el espacio
Habiendo tenido que aprender a entregarse a una mentira interna creada por años de crianza patriarcal
La mentira que dice que si te rindes mueres
Pierdes el amor
No eres amada
La mentira que dice que solo sabes sobrevivir si tu fuerza sobrepasa a los demás
Los aplasta
Porque cuando otra fuerza se pone delante tuyo
Es que quiere destruirte
Y has de luchar contra ella
Habiendo visto semejantes mentiras que han dominado una existencia
Lloramos juntas
Porque ahora el que se pone enfrente es un niño de siete años
Fuerte como un dragón
Qué no se rinde.
Y el dolor profundo de esta madre que somos aparece quebrando corazas por no querer someterle.
Porque las teorías y todos los libros no alcanzan ya.
Porque ya sabe todo lo que tiene que saber y su mente le sigue llevando a lugares oscuros…
Quebrada ya ante la impotencia
Postrada y desarmada en medio del humo de un sahumo que la sostiene (nos sostiene).
Ante la energía del encuentro de dos corazones que se abrazan en el mismo dolor.
Se abre un nuevo espacio
Para contener a esa niña…
Que sola y triste no sabe cómo vivir si no domina.
Un espacio para el dolor de esa pequeña que todavía cree que tiene que dominar para ser amada.
De esa niña que se cree (porque su mente le gatilla miles de pensamientos) que no puede sostenerse en la sensación de ser vulnerable (que no débil)
De rendirse
De caer
Porque ahí
Un malentendido le dice que ahí
Va a morir
Tomar la energía del corazón
La fuerza enorme puesta en el poder sobre el otro
Para sostener en amor a esa parte nuestra que siente que muere
Sostenerla en colchón de algodón
Ofrecerle alivio
Usar la fuerza del corazón para buscar aquellos lugares donde volver a Ser
Suave
Blanda
Y entregarnos al hecho de que no morimos porque un automático deje de protegernos.
Qué cuando la barrera de fuego baja
Ahí estamos nosotros
Con nuestra fuerza
Nuestro amor
Para preparar esa cama tibia
Ese baño de pétalos de rosa y miel
Para llevarnos a la caminata intensa por la naturaleza a sentir nuestro poderío
Para escribir y poner en palabras lo que sentimos
Para crear desde nuestro fuego inmenso algo que nos haga crecer
Para tenernos
Para cobijarnos
Para amarnos…
Abrazar a esa niña para mostrarle que solo es una imagen
Qué ya nada sucede
Y que la cascada emocional solo es el fruto de una cascada de pensamientos antiguos
Arraigados
Que se activan con fuerza ante el poderío de un niño fuego
Qué cómo otro papá o mamá
Quiere tener el poder
Qué ahora podemos observar esas creencias
Observar sin hacer
O incluso haciendo
Pero observar para elegir
Ya no como niñas
Sino como adultas amorosas
Ahora podemos reconocer ese poder en nuestro hijito
Podemos entregárselo
Y de paso entregarnos al regalo de la rendición
De sentirnos de nuevo niñas cuidadas y amparadas por nuestra propia energía
Y reescribir la historia
Sólo amando todo lo blando que nos habita y que está oculto bajo la barrera de fuego
Sólo amando
Por la fuerza y el poder puestos al servicio del corazón.
Por el amor que todo lo puede
Qué también rompe con fuerzas las corazas antiguas
Y nos invita al cielo del encuentro
Por este niño poderoso
Que marca con una flecha la vulnerabilidad de su madre
Para que la abrace
Para que crezca
Para que avance
Sigamos amando
Andrea Díaz Alderete
Consciencia Madre
Válido para todas las relaciones
Con nuestros hijos
Con nuestras parejas
Con nuestros amigos
Gracias a los seres que me invitan a ser testigo y parte de semejantes aperturas.
Foto: Honra las flores que te habitan
Qué tu fuego alumbre y rompa con las corazas que te impiden ser un pecho florido, un corazón lleno de flores. Te acompaño
@consciencia_madre
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