Revolucionar Mi manera de SER Madre

 

Hablando con una amiga acerca de las intenciones que habíamos depositado en esta lunación en Acuario, ella me contó que había intencionado:

 

“Revolucionar SU manera de SER Madre”

La manera de Ser Madre de su hijo y suya.

 

Me impactó, me atravesó.

Qué bella intención, qué propósito más elevado el poder revolucionarse tanto interiormente para poder encontrar una manera nueva, desconocida, revolucionaria, ÚNICA de SER la madre que se DESEA SER.

 

Y esta mañana lo he escrito en mi pizarra, esa que guarda tantas de nuestras sensaciones, obligaciones, pasiones, listas de la compra, dibujos de la niña. Ahí se ha quedado guardada esta frase maravillosa para que me alumbre, para que me acompañe, para que la Luna reciba también este deseo que hago mío.

 

Porque cuánto he comprendido sobre la maternidad en los últimos años. He pasado del mandato más respetuoso y consciente a la revolución más impresionante.

 

Ehhhhh ¿cómo es eso? ¿Puede haber mandatos conscientes?

Jajajajajajaj pues si queridas/os míos.

Todo puede ser un mandato, los humanos somos así, nos movemos por dogmas, y entonces podemos encontrar en una línea de pensamiento una manera de apegarnos a lo que DEBERÍAMOS o TENDRÍAMOS que SER como madres o padres.

 

La maternidad consciente pretende ser eso, consciente.

Poder entender lo que le brindamos a nuestros hijos libres de nuestras propias ataduras. Observar nuestras propias historias para poder acompañar lo que ellos han venido a SER a este mundo, sin condicionarles. TOOODOOO un reto sin duda, que algunos de nosotros hemos tomado con fuerza para sostener, mantener y sin duda ha sido enorme para nuestros hijos.

 

Peeero resulta que en el camino de descubrir todos esos lugares de consciencia, muchos de nosotros hemos sacrificado una gran parte de lo que SOMOS. Hablo de padres y madres, no sólo de madres puesto que muchos padres están profundamente comprometidos con la crianza de sus niños, me conmueve recibirlos en la consulta y sentir esa necesidad brutal de acompañar, amar sin condiciones, ser SOSTÉN proviniendo como nosotras de infancias de enormes carencias y con el peso del dedo acusador de toda la sociedad “consciente” diciéndoles lo que deberían estar haciendo. Bue, es que ser Hombre tampoco es fácil.

 

Volviendo al sacrificio, qué importante es conocernos y reconocernos en la crianza que hemos recibido de nuestros padres. Cuánto nos hace falta observar nuestros mecanismos, las maneras en que nos vinculamos, nuestros miedos, nuestras ataduras. Abrazarlas y liberarnos de ellas.

Eso nos da un EXTRA, un PLUS para acompañar a los niños con más consciencia, pero a veces puede resultar tramposo, puede convertirnos en verdaderos entes acompañando sin energía las necesidades de nuestros hijos.

 

Qué importante disfrutar de la Ma/Paternidad. Qué importante que nuestros hijos sientan que somos FELICES de acompañarles, qué esta tarea no es una carga (esto comienza a notarse sobre todo en las madres que llevan criando en casa más de dos años y medio). Qué bello que nuestros hijos puedan sentir el gozo de ser nuestros hijos, y no ser el peso que mamá debe sostener para no dejar de lado la CRIANZA que CREE que es mejor para ellos.

 

Y… estamos hablando de maternidades conscientes. No estamos hablando de maternidades de completo desconocimiento. Estamos hablando de familias que decididas a dar una mejor crianza a sus hijos, acompañan con amor y respeto cada una de las necesidades de los pequeños. Partimos entonces del supuesto de que esta familia de la que hablamos respeta, acompaña, siente y desea lo mejor para su hijo. Y que en aras de su bienestar personal no ha de “despendolarse” y dejar a los niños en el desamparo. Ojo que eso es otro cuento. Hablamos de ustedes, de las familias que siguen estos espacios hace años, de los que están agotados, de los que siguen con 5, 6, 7 años observando, sintiendo, sosteniendo. Los que a veces mueren por tomarse una copa de vino con el marido o con las amigas, y tienen al hijo en medio y no conciben el disfrutarse si es que el niño no disfruta.

 

Por tanto estamos hablando de pasar de la Consciencia al Bienestar.

¿Ven que es revolucionario?

Cómo no va a ser revolucionario si es que en el camino estas familias que somos hemos destapado, desenterrado, sacado del fondo del armario sombra, historia, dolores, y nos hemos decidido, con mochila de miedos incluída, dar un salto y tirar para adelante.

Hemos decidido que vamos a SER eso que tanto tiempo ha estado tapado, que mamá y papá no nos permitieron. Ahora como adultos podemos, bailar, pintar, reir, caminar por el campo, hacer el amor, DISFRUTAR.

Peeero entonces aparece la sombra del DEBER SER y en el oído esa frase “Lo que el niño necesita es……. ” ayyyy… tantas voces en nuestra cabeza que se han ido convirtiendo en nuestra propia voz interior.

 

¡¡¡No señores!!!

Si estamos sacando todo de adentro para SER, si estamos descubriendo esto que SOMOS que es único, verdadero, luminoso, bello. Entonces nuestra crianza ha de revolucionarse necesariamente.

Revolucionar Mi manera de SER madre, revolucionarla tanto que duela, pero tanto que sea increíblemente gozosa.

Hacerme más mujer y más hombre que nunca. Que mi hijo vea y sienta lo que es el disfrute y en el camino aprender a disfrutar.

Correr con mi hijo al lado, pintar con mi hijo al lado, leer, reír a carcajadas y llorar a gritos, solos o acompañados.

Amarnos, sostenernos, acompañarnos.

Entendernos, explicarnos, nombrarnos.

Pedir perdón.

Y volver a correr, a nadar, a saltar charcos, a montar en bicicleta y en patines.

Y bailar y bailar y bailar.

 

Y también:

Correr solo o en pareja, pintar solo o con mis amigas.

Reír a carcajadas con el vino de los lunes o con las brujitas de la tribu.

Llorar a gritos con la vecina.

Estar SOLOS, SOLAS.

 

Y de vez en cuando volver a revisar cómo vamos, observar cómo está nuestro hijo, cómo se siente, cómo me siento. Volver a ver si en la balanza no nos hemos ido moviendo demasiado hacia un lado o hacia el otro. Reajustar lo que haga falta, observar, sentir, OBSERVAR (ya lo saben, es la clave de la maternidad consciente).

Observar con verdad, con ojos que QUIEREN ver.

 

Ohhhh eso si que es una maravilla de crianza mija/o.

 

Y por eso mi intención se eleva al centro del Universo y desde allí se deposita en el Centro mismo de la TIERRA.

Quiero revolucionar MI manera de SER madre.

La madre de mi hija

Mi propia Madre.

Quiero ser una madre que le/se permita reír

Quiero ser una madre que le/se permita caerse

Quiero ser una madre que le/se permita equivocarse

Quiero ser una madre que le/se permita DISFRUTAR sin culpa, sin apego.

Quiero ser una madre que le/se permita vagar sin rumbo hasta encontrarlo dentro de su alma.

Quiero ser una madre que le/se permita OIR la voz que habla dentro del pecho y que dice TODA la verdad.

Quiero ser una madre que le/se permita SER el SER de luz increíble que SOMOS.

 QUIERO SER UNA MADRE UNICA PUESTO QUE SOY SER ÚNICO QUE BRILLA CON LUZ PROPIA

 

 

 

 

Andrea Díaz Alderete

Consciencia Madre

 

 

Gracias a mi querida Hermana Lola por traerme siempre tanta luz.

Gracias a mi hija por recordarme a cada instante la maravilla del DISFRUTE. Malena querida, te miro y se me hincha el pecho. Qué suerte he tenido de que me elijas 😉 Te amo hija.

 

Y tú, ¿quieres revolucionar tu manera de SER madre? te esperamos en nuestro Círculo de Madres Online: un espacio pensado y sentido para encontrarnos con nuestros lugares más profundos y sacar lo que llevamos dentro. Para aprender a compartir esto que vamos descubriendo con NUESTROS HIJOS.

 

 

 

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