La experiencia de cada ser ante la muerte
Es su propia experiencia.
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Como todo lo que nos ocurre, no cambia el evento,
Cambia cómo se vive dentro de cada uno.
Cómo nuestra mente percibe la realidad.
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Una muerte puede ser percibida por una persona como:
El horror.
El dolor profundo.
La soledad de la viudedad.
La pérdida de compañía.
La tristeza.
El miedo.
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O puede también ser percibida por otra como:
Un rito de paso hacia la nueva experiencia.
Un alma saliendo de un cuerpo que ya ha experimentado aquí en la Tierra
Y ahora va hacia la siguiente aventura.
O como «ley de vida», simplemente.
¿Es doloroso?
Mira lo que piensas.
Puede que sea doloroso si estás apegado a ese ser.
Si crees que tu vida depende de un otro y no te reconoces fortaleza sino te has identificado con la fragilidad.
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Puede ser doloroso si en tu camino has identificado la muerte como la muerte de la experiencia.
Si tu cuerpo no conoce otra cosa que el refugio del cuerpo de un otro.
Si tu cuerpo no se Reconoce refugio para si mismo.
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Amar no es lo mismo que apegarse.
O depender.
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Por eso muchos seres mueren con sus muertos.
En realidad,
¿Estaban vivos antes?
¿O Sólo vivían a través de la experiencia del finado?
¿O de su energía?
¿O de su refugio?
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Quizás vale la pena preguntarnos esto.
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Es común proyectar la propia experiencia ante la muerte sobre un otro.
El otro que apenas ha perdido a su ser querido hoy o ayer.
Sobre la reciente viuda.
O el nuevo hijo sin padre.
O la nueva madre sin su hijo.
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Lo sé porque me ha pasado, porquee un día sentí un dolor tremendo ante la muerte de un niño, y rápido me di cuenta de que me estaba adueñando de la experiencia como si fuera mi hijo.
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Y desde ahí acompañaba a su madre, hablaba, la pensaba, la abrazaba y la sentía.
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Eso fue hace casi 15 años y aún hoy, cuando estoy frente a la muerte, vuelvo siempre a esa experiencia para estar atenta de cuidar al que atraviesa el duelo y no ponerme en medio yo y proyectar.
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Y aún así a veces se me escapa.
Y como siempre, cuando sucede me repito, -estás aprendiendo-.
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Hoy, al filo de este año tan removedor, te invito a que despidas este 2020 con propósito:
Despídete de tus muertos
Con el compromiso de seguir.
Vivo.
Y
Latiendo.
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Andrea Díaz Alderete
31 de diciembre 2020
@consciencia_madre
La foto son las flores que me acompañaron en la Ceremonia de despedida de mi padre.
