Cuidar el Miedo

Es una época fecunda para «cuidar el miedo».
El otro día escuchaba una entrevista a Heike Freire y en ella con sus palabras me recordó algo que en este tiempo había olvidado.
«Ante el miedo la respuesta es la Lucha o la Huída»
A ello estamos programados ancestralmente para sobrevivir ante los peligros Reales a los que nos enfrentábamos diariamente.
Seguimos programados así y el hacernos conscientes de ello ya nos proporciona una ventaja.
En estos tiempos donde recibimos tantos estímulos que hablan de horror, de muerte, de enfermedad, de opresión, de pérdida de libertades, de dictadura, es normal que se activen nuestros mecanismos de supervivencia ante el peligro.
Algunos tendremos miedo al virus y sus consecuencias en nuestro cuerpo físico.
Otros tendremos miedo a lo que el miedo puede generar en los demás.
Otros tendremos miedo a que nos quiten derechos y libertades.
Este miedo en particular ha sido el más fuerte que he vivido.
Cuando un día mi compañero me habló de ello me di cuenta de que también estaba metida en el miedo, aunque creía que era valiente y estaba «defendiendo» mis derechos.
Finalmente en mi también se había reactivado esta emoción histórica que surge cuando me siento en injusticia y he de defenderme de los «tiranos» que me imponen su voluntad.
Cuando me di cuenta de eso algo enorme cambió en mi.
Me di cuenta que MI LUCHA NO ERA REAL.
Pues sólo estaba sosteniendo una vieja idea Infantil (que durante años llamé Herida y que es Sólo una Idea) de que estoy sola, que nadie me defiende, que estoy sometida a los designios de los abusones de la clase y que necesito hacer valer mi voz y mi fuerza para defenderme.
Me di cuenta que todas esas Luchas antiguas, sólo me separaba de la posibilidad de cuidarme, de atenderme exquisitamente.
Y que en ese atenderme estaba la clave.
¿Y qué significa atenderme?
Elegir mantener la mente alejada de cualquier estímulo que me invite a la pelea.
Y poner esa energía en cambiar mi realidad actual, abrirme a la posibilidad de consolidar mis espacios de crecimiento, mis proyectos personales.
Tener energía para acompañar a mi hija en un paso gigante de su crecimiento que está a punto de dar.
Acompañar y amar aún más si se puede al hombre que me acompaña.
Acompañarme a mi a desplegar.
Darme cuenta de que sólo me guiaba el miedo, vestido de lucha y activismo le ha traído a mi vida calma y certeza.
Y acaba de suceder.
Apenas esta semana me he vuelto a ver peleando por los derechos de los humanos, sin atender MI derecho de mantenerme en serenidad, el derecho de conectarme con mi hija, el derecho de abrazarme a mi marido y sentirme amada.
Y que en cambio he elegido sentirme sola, desamparada, niña abusada por otros niños violentos, es decir volver a sentirme como cuando tenia 9 años.
Lo he elegido yo sin consciencia, por que óigame, así estoy programada y la práctica hace al maestro, y no hay mayor práctica que esta en mi vida.
40 años de construir eso, solo me dejan los últimos seis para desconstruirlo 🙂
Así que hoy con más consciencia NOS invito a reconocer donde se alberga el miedo y a elegir cómo usar la energía que usualmente utilizamos en la Reacción para hacernos cargo de un espacio que tenemos olvidado en nuestra vida.
Creanme, hay muchos espacios descuidados en Nuestra vida, que sólo necesitan de Nuestro tiempo y energía.
Esa energía que desperdiciamos todos los días en enojarnos, entristecernos, controlar a los demás, o controlar el mundo para «Cuidar Nuestro Miedo».
Mi invitación para hoy es a Volver a Nosotros.
Volver a ese espacio tranquilo donde Somos y estamos completamente a Salvo.
Volver a las caminatas diarias, a la respiración.
Volver al cuerpo, a la meditación, a la charla con tus amigos y tu familia.
Volver a recoger una flor del campo, a pintar o a escribir.
Volver lentamente a recuperarNOS.
Porque en la Lucha o en la Huida Nos hemos Perdido.
Y recuperar tirando del Hilo Rojo el Camino que nos devuelva al centro del Laberinto,
donde NOS HABITAMOS.
Todos somos parte de este momento.
No hace falta que consumamos miedo, que sembremos miedo en los demás, que aumentemos las dosis de miedo.
Con hacernos cargo de nosotras/os y de nuestras/os Hijas/os es suficiente.
Si cada uno hace un poquito, quizás podamos atravesar este tiempo con menos sobresaltos.
Es tiempo de poner en marcha todo eso que llevamos años practicando, aprendiendo y construyendo.
Es tiempo de mostrar nuestras Antorchas de Guía y de Esperanza.
Cada uno a su manera.
Pero es Tiempo.
Y como ya sabes.
Con amor y certeza
Te acompaño.
Andrea Diaz Alderete
Consciencia Madre
12 de septiembre de 2020.
Foto: mi carta guía de hoy:
El viaje es una invitación a salir de los límites de nuestra vida tal como los conocemos. De el «El oráculo del Chamán Místico»

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