Lo que dices de mi me duele sólo porque en algún lugar de mi interior (oculto a mi mirada y consciencia) yo también lo pienso.
Ningún juicio de afuera cala en nuestra vida si no es un juicio propio.
Nuestro juez interior es implacable y se esconde.
Sólo aparece delante nuestro con esos espejos incómodos que llamamos «los otros»
Empecemos a cazarlo.
Cuando te sientas juzgado/a en cualquier situación busca y rebusca dentro tuyo.
Ahí adentro a esta la voz de tu madre, tu padre, ahora convertida en tu propia voz, diciéndote algo al respecto.
La vida es mucho más linda cuando empezamos a ser más conscientes de esto.
El mundo comienza a ser menos hostil.
Tenemos la clave adentro!!!!
Andrea Díaz Alderete
www.conscienciamadre.com