Hoy me quedo reflexionando sobre estas palabras de James Clear, el autor superventas de Hábitos atómicos (si no lo has leído, no puedes dejarlo fuera de tu biblioteca).
Durante muchos años me he movido entre dos polaridades:
El MIEDO al ERROR y al FRACASO y por tanto la parálisis.
y
El MOVIMIENTO IMPULSIVO por un exceso de valentía y optimismo.
AsÍ que he tomado decisiones importantes del tipo tatuaje con impulsividad, cometiendo errores que me acompañarán de por vida. A veces estos movimientos siguen atormentándome aunque intento poner dosis grandes de compasión y le muestro a mi mente que el aprendizaje también está aquÍ, en darme cuenta de mi impulsividad y de mis pérdidas ante esos movimientos cuando están desenraizados.
Otras muchas veces esa impulsividad me ha llevado a movimientos maestros que me han abierto puertas infinitas y he notado que en esos movimientos no era el impulso de mi mente la que me guiaba, sino una fuerza interna poderosa que venía del centro de mi pecho, de mi Corazón.
También he dejado de tomar decisiones importantes por confundir algo cotidiano, momentáneo y efímero (un sombrero o un corte de pelo) con una decisión con consecuencias a largo plazo. En esas ocasiones mi exceso de pensamiento, mente, creencias, conversaciones inservibles me han mantenido retenida y me han desgastado muchísimo. Por supuesto ha sido útil aprender cómo el miedo al movimiento a veces se esconde debajo del sombrero por falta de conexión entre mis deseos con el territorio poderoso del Corazón.
Otras tantas veces eso que parecía miedo o parálisis escondía un aprendizaje que me ha traído enormidad de entendimientos acerca de mi misma o de los que amo y que sólo podía recoger permaneciendo quieta.
La conclusión más valiosa que puedo ofrecerles de esta experiencia es que no importa si la decisión es sombrero, es corte de pelo o es tatuaje, SIEMPRE, sean unas u otras, la clave está en la fuerza, claridad, y discernimiento que me ofrece la energía del Corazón.
Esta es una danza en la que estoy adquiriendo maestría…y es que la maestría se adquiere jugando, no pensando :)))).
Ahora:
Reconoce la potencia de tu Corazón, mira donde está ubicado físicamente justo entre tu cerebro y tu raíz.
Todos los pensamientos que pasan por el Corazón y se enrraizan en la tierra te llevarán a nuevos destinos insondables, sí, pero alineados con tu Ser.
Si no te mueves… conecta con tu Corazón para saber si el movimiento que quieres hacer obedece a un deseo que necesita anclarse en ti para que tu Espíritu lo acompañe con valentía, o si esta parálisis habla de un sentido de preservación más profundo.
Si te mueves demasiado rápido… conecta con tu Corazón para enraizar la mente movediza y poder discernir cuáles de esos deseos pueden ser acompañados desde tu pecho, con claridad y benevolencia hacia ti y hacia el mundo, y cuáles son pura cháchara.
Y algo que me parece muy importante: intenta no tomar decisiones con tu tripa ni con tus hormonas cuando están sólo gobernadas por tu mente que no es más que un generador de infinitas ideas, opiniones y emociones sobre lo que sucede en el mundo (y en tu mundo).
Deja que la fuerza electromagnética de tu Corazón
calme ese ruido y hambre de emociones e intensidad.
Deja que el Corazón Lidere tu Vida, aprenderás a ser reflexiva/o y valiente a la vez sin irte a los extremos.
Si estás listo/a, te acompaño a Recordar la poderosa fuerza que te habita.
Andrea Diaz Alderete
Coaching de Mente a Consciencia
Acompañamiento terapéutico
Acompaño a las personas a Liderar su Vida conectadas con la fuerza de su Corazón
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