¿Sobreprotegemos a Nuestros Hijos?

Sobreprotección.
Este es una palabra que se ha puesto más de moda desde que la crianza ha comenzado a ser punto de atención en muchas familias.
Ayer en una consulta hablábamos de esto con una madre.

¿Qué es sobreproteger?
En el sentido más profundo y consciente
Es tomar al niño y no dejarle Ser en libertad.
Es proyectar sobre él los miedos que tenemos producto de nuestras propias heridas.
Estar atentos a todo lo que le pueda dañar, no con mirada limpia, sino con la mirada de la niña interior abusada corporal y emocionalmente que hemos sido.

No dejarle espacio.
Tomarle para nosotras.
Usar su crianza respetuosa para no hacernos cargo de nuestros deseos y así mantenernos «ocupadas» en los quehaceres de esta maternidad.
Es no dejarle explorar el mundo.
Es tomar su energía vital para nutrirnos a nosotras.

¿Esto pasa?
Mucho, pasa mucho
Antes pasaba muchísimo más.
Con madres encerradas en sus casas criando.
En los últimos años el desamparo de los niños no pasaba por la sobreprotección sino más bien por la constante expulsión del territorio materno.

Pero esta pasando
Y va a seguir pasando.
¿Dónde?
En los hogares donde mamá se sienta protegida por su propia forma de criar.
En los hogares hacia adentro.
Y sobre todo en los hogares donde las madres nos confundamos entre pulso de nutrir o nutrirnos.

Eso comienza a pasar a partir de los dos años, pero desde antes podemos ir viendo señales.
Antes casi siempre un niño está cómodamente a gusto en el regazo de su madre aunque esta lo «necesite»…pero hay que mantener los ojos abiertos.

Entonces
¿Cómo sabes si sobreproteges a tu hijo?

Mira tú coraza.
Mira tu personaje.
Tu personaje tenderá a ser expulsivo y dominante (a sacar al niño o luchar contra su deseo)
O a necesitar y atrapar al niño desde la niña que ha experimentado profundamente el vacío y ha sido muy succionada también.

Si tiendes a sacar, el riesgo es desamparar expulsando.
Si tienes a tomar, el riesgo es a desamparar nutriéndote.

No pasa nada
Sólo hay que saberlo para poder mantener a raya nuestras necesidades.
Atendidas adultamente
Y no proyectadas en los pequeños.

Si, la crianza respetuosa puede dar lugar a la sobreprotección.
Nuestro personaje busca ancla en nuestro propio camino de consciencia.

Si quieres criar con apego ahí está tu personaje para hacerte sentir bien a gusto. Necesitas reconocerlo para poder ver a tu hijo.

La crianza consciente bien acompañada y con profunda autoobservación te ayudará a reconocer tu coraza y a limpiar tu camino y a dejarle SER en Libertad.

Te acompaño

 

Andrea Díaz Alderete

Consciencia Madre

Foto: Anna Radchenko

De las más duras imágenes que he encontrado, pero que lamentablemente  reflejan algunas realidades.

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