El Odio También es un Refugio

 

 

El viernes conversaba con una mujer que lleva años en su proceso de Biografía Humana y otros lugares de consciencia.

Ese camino le ha ayudado a reconocer una infancia tremenda.
Una infancia de las más dolorosas que he acompañado.

Donde el dolor por el abuso físico y sexual ha sido de un extremo que no he podido más que llorar profundamente y acompañarle con energía y todas las herramientas de sanación que he ido encontrando.

En ese camino de reconocer además que no sólo ha sido violentada de esa manera sino luego manipulada por la mentira su cuerpo se ha ido abriendo.
Muchas de sus patologías crónicas han ido desapareciendo.
Y en esta charla hablábamos justo de una lesión que le acompaña desde hace años.
Una lesión en su dedo corazón.

Es una especie de dermatitis que se queda en carne viva de vez en cuando y que le trae mucho dolor.

 

Ese día me contaba que había soñado que su corazón tenía un trozo negro, que estaba necrosado. Que en el sueño sabía que un trozo de ese corazón ya no servía y que eso le impedía tener vida al completo.

 

En el sueño su propio corazón le decía que suelte la parte oscura y que deje que el trozo que quede lata con fuerza. Que con eso era suficiente.

 

Esta charla había comenzado justo con eso. Con el relato del sueño, y conversando y mirando su dedo tuvo uno de esos momentos de Luz que son tan mágicos.

 

-Esto es mi dedo- dijo.
Es este odio tan profundo que he atravesado y que no he querido soltar.
Es este lugar donde algo me sigue doliendo y aún así lo utilizo para hacerme daño.
¿De que me sirve mantener este odio adentro? 
Se preguntaba mientras yo la miraba atónita ante el emerger de tanta sabiduría que brota de adentro cuando le damos lugar.

 

Terminamos en un abrazo profundo.
Ella consciente de que adulta y sana es como su hijo la necesita y que eso no pasa por ningún lugar cursi de perdón o de luz ficticia sino simplemente con soltar y avanzar.

 

Dejar de refugiarnos en ese dolor tan tremendo de esa infancia tan terrible para ser lo que somos.
Para poner nuestros dones al mundo.
Para crecer
Para amar.

No he conocido personas más poderosamente amorosas que las que creen que son incapaces de sentir amor.
¿Es raro no?

Pero muchos de ustedes ya lo saben, lo han atravesado y aún con infancias terribles aman con locura a sus hijos aún en un pequeño instante, lo hemos hablado hace poco aqui

 

El odio también puede ser un refugio.
Podemos ir a ver la oscuridad, pero la oscuridad es suculenta y un lugar bien tentador para quedarse anclado sufriendo sin tomar acción sobre la luz maravillosa que somos.

 

Vamos a sacar la luz de adentro…

Te acompaño.

 

Andrea Díaz Alderete

Consciencia Madre

 

Foto: si miras con ojos bien abiertos..siempre hay luz en la oscuridad. @consciencia_madre

Escrito el 27 de Febrero de 2018, revisado y publicado el 27 de Febrero de 2019

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©Todos los contenidos de esta publicación son propiedad intelectual de Andrea Diaz Alderete y Consciencia Madre. www.conscienciamadre.com.

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