«Acercarnos al dolor, aceptarlo y liberarlo nos ayuda a transformarnos. Soltar un dolor viejo, deja disponible un lugar de luz nuevo, desconocido que habilita amor, compasión, entrega y perdón. Anclarnos en el dolor y sufrir es un mecanismo del ego para obtener algo».
Importante mantenernos atentos a cuál proceso estamos atravesando.